Ruzafa – Mercado.
En cuanto a la fundación de la
Ruzafa de Valencia, se debió al príncipe omeya Abd Allah al-Balansi, hijo de
Abd AL-Rahman I. A poco más de un kilómetro al sudeste de la muralla mandó
construir su “muya”, finca de recreo con jardines a imitación de la que su padre tenía en las proximidades de
Córdoba. Sus alrededores los convirtió
en un vergel y a la zona más bella rodeada de huerta, le puso el nombre de
Ruzafa. De todo aquello ya no queda nada.
Dicha finca debió desaparecer bastante pronto, pero la zona ajardinada
de su alrededor se conservó y fue usada como lugar de esparcimiento y parque
público. Alrededor de dichos jardines se agregó una alquería que es el núcleo
del posterior poblado.
El llano de Ruzafa constituyó
una de las posiciones claves para la toma de Valencia, como lo demuestra el
hecho de que Álvar Fáñez acampara con sus mesnadas en él, cuando acompañó al
destronado al-Qadir de Toledo hacia Valencia en el año 1085. Durante el cerco
al que sometió el rey don Jaime I de Aragón a la ciudad de Valencia, en 1238,
el rey decidió establecer su campamento en Ruzafa, donde se asentó en una casa
alrededor de las huertas, a una milla de distancia de la ciudad. Consta que en
este lugar residió el rey durante la campaña, y se celebró la capitulación de
la ciudad entre Zayyan ibn Mardanish y Jaime I. Tras la conquista cristiana los
jardines fueron transformados en tierras de labor, y las edificaciones
musulmanas en alquerías, ocupadas por los conquistadores o los vasallos de los
mismos. El rey Pedro IV el Ceremonioso,
en 1356, ordenó construir la muralla cristiana para ensanchar el perímetro
urbano que ha pervivido hasta la segunda mitad del siglo XIX, y de cuyas grandes
puertas tan sólo han llegado hasta nuestros días las de Quart y Serranos. Desde
ese momento, la antigua Ruzafa quedaría delimitada por lo que se ha venido
conociendo como “la Russafa de dins” y “la Russafa de fora”. Con el transcurso del tiempo, la separación
considerable que existía en aquellos lejanos momentos entre Ruzafa y el
centro-ciudad se iría poco a poco poblando, hasta que fue absorbido ese
territorio “fronterizo” por el municipio de la capital de Valencia. En “la
Russafa de fora”, que fue huertana durante mucho tiempo, los labradores
llevaban los productos de sus campos a su propio mercado, centro neurálgico del
barrio, a la sombra del campanario de San Valero. El pueblo de Ruzafa se
anexionó a la ciudad en 1877 y sus huertas, hoy, se han convertido en casco
urbano. Antes de unirse a la ciudad de
Valencia, estaba compuesta por alquerías y jardines limítrofes con la entrada
sur de la ciudad amurallada. Cerca de la puerta de Ruzafa fue construida en
1860 la Plaza de Toros y 5 años después se derribó la muralla. En 1860, antes
de unirse a la ciudad, contaba con 13000 habitantes. Ruzafa constituyó de 1811
a 1877 un municipio independiente. En 1877 pasó a formar parte de Valencia, en
su extensión al sur de la ciudad.
En este momento es un barrio
multicultural, llamado también, la tierra del gancho, porque como la Albufera
llegaba casi hasta aquí,( usaban unos ganchos situados en el extremo de los
“penchos” la pértiga necesaria para navegar). Los barcos albuferenses tenían un
gancho para estirar del cristo del Grau cuando era su procesión y dicen que los habitantes de Ruzafa tenían
mucha devoción al santísimo cristo del Grao, y, cuando llegaba por el mar hasta
la desembocadura del rio Turia, los huerters de Ruzafa intentaban rescatarlo
para su parroquia usando los ganchos. También dicen que se le llama la tierra
del gancho porque la gente de aquí tenía
gancho por su afabilidad.
También es
conocido el popular barrio por el del “contraste” debido a la existencia en la
zona de varias casas especializadas en contrastar el oro.
El mercado de Ruzafa fue
proyectado por Julio Bellot Senet, según acuerdo del Ayuntamiento de 1954 e
iniciadas las obras a fines de mayo de 1957. Se encuentra situado en el núcleo
de la barriada de Ruzafa, frente a la iglesia barroca de San Valero.
Formalmente sigue la tipología del edificio de Mercado en Valencia, cubierto
pero no totalmente cerrado, con elementos de celosía que sirven de protección
para lluvia y viento -Mercado Central-. Aquí el lenguaje es ecléctico,
resultado del empleo de unos determinados elementos en la construcción que
tienen un origen funcional y una expresión no autónoma sino identificada con
aquella función. Es de destacar la articulación de las distintas actividades
(oficinas, venta, exposición) en el interior del edificio y su expresión diferenciada
al exterior. También la extroversión del mercado que saca los puestos de venta
al exterior y anima la escena urbana, dándole un aspecto de mercado al aire
libre, cuyo engarce con la estructura urbana del barrio -calles estrechas e
irregulares- es evidente y evoca la tradición de los zocos que está en los
orígenes culturales del mismo.
San Valero
Esta iglesia, también conocida
como la catedral de Ruzafa, era la antigua iglesia parroquial del pueblo de
Ruzafa. Es un templo barroco construido en ladrillo en el siglo XVII, que se
alza sobre otro anterior mandado construir por Jaime I el Conquistador en 1239.
El primer templo fue destruido por un
incendio ocurrido el 9 de septiembre de 1415, por lo poco que se sabe de él ,
este templo debía tener planta rectangular, su cubierta era de madera y estaba
sustentada por arcos de diafragma siguiendo la tipología de las conocidas como
iglesias de reconquista. Seguramente el
templo se levantaba sobre el lugar que ocupaba la antigua mezquita de la
almunia musulmana de Ruzafa y sería la treceava mezquita convertida en iglesia
en los primeros tiempos de la conquista. Es un templo de planta de cruz latina,
con una sola nave y tres capillas laterales por lado entre los contrafuertes,
bóveda de medio cañón con lunetos, cúpula sobre el crucero y corta pero ancha
nave de transepto. La cúpula se cubre con teja cerámica vidriada azul y
blanca. El ingreso al templo está
formado por una sencilla portada barroca de dos cuerpos. La entrada la forma
una puerta adintelada a la que precede una escalinata. El segundo cuerpo lo
forma un nicho compartido por las esculturas de los titulares del templo: San
Valero y San Vicente Mártir. Remata el conjunto un frontón curvo y algunos
adornos piramidales. Por encima de la portada pero sin formar parte de ella,
una ventana rectangular con decoración barroca permite la iluminación del
interior del templo y del coro situado en alto a los pies. La torre campanario
de la Iglesia de San Valero es sin lugar a dudas icono y distintivo del barrio
de Ruzafa, no se puede comprender Ruzafa sin su torre campanario. De estructura
barroca, tiene planta octogonal, está formado por tres cuerpos rematado por un
templete también barroco. Su construcción es obra en ladrillo de José Minguez
realizado entre 1736 y 1740 quedando situado a los pies del templo por el lado
del evangelio. El nombre de las campanas son las siguientes: De tocar a missa
(1940), La Tereseta (1940), Santa Miquel (1965), Cristo Rei (ca 1940), El Blai
(1940), La Maria (1940), El vicent (1940) y El Valer (1940). La portada barroca
es una puerta adintelada en cuya parte superior y en una hornacina se
encuentran las imagenes de los santos titulares: San Valero y San Vicente
Martir. Más arriba en la fachada una ventana con decoración barroca. El
interior es un modelo de decoración churrigueresco en todo su conjunto. El
retablo mayor sigue fielmente el estilo personal de José Churriguera. Incendiada
en 1936, se reconstruye en 1939 por Salvador y Manuel Pascual y José Luis
Testor.
Convento de los angeles
El 22 de abril
de 1238, Jaime I de Aragón instaló su campamento en Ruzafa, para sitiar la
ciudad de Valencia; el 14 de septiembre iniciaba conversaciones con Zayán, rey
moro de Valencia, culminando con la rendición de Valencia el 29 del mismo mes,
firmando dicha rendición en el lugar que ocupa hoy este convento.
Se puede ver
en su fachada principal una placa conmemorativa de dicho acontecimiento
histórico.
fue fundado en
1661, por el entonces arzobispo de Valencia, don Martín López Ontiveros, sobre
lo que fuera en su origen la finca de recreo y esparcimiento del Abal Allah al
Balansi.
Era un
convento de religiosas que profesasen la primera Regla de Santa Clara y
conociendo la estrecha observancia del Monasterio de Nuestra Señora del Santo
Espasmo de Jerusalén, extramuros de Valencia, pensó en las religiosas de este
monasterio para su deseada fundación.
El convento es
un cuadrilátero, irregular que abraza el templo con fachada exterior de
ladrillo visto y vanos con frontón partido barroco y remates de bolas y
pirámides. La iglesia se conserva casi intacta, y es uno de los edificios
religiosos mejor conservados y mas desconocidos de valencia. En su interior, el
orden jónico estructura una planta de cruz latina sobre la que descansa una cúpula
Se inauguró el
26 de octubre de 2007. Es un convento de nueva creación que ocupa el edificio de
nuevo uso para la orden franciscana.
Ensanche
Hacia la década de
1850 la población de Valencia, cuyo perímetro se limitaba
todavía a la ciudad intramuros y algunos
arrabales, se densifica hasta alcanzar los 100.000 habitantes. Esto, unido a un
desplazamiento de la centralidad urbana hacia el sur (inauguración de la Estación del Norte en el huerto de
San Francisco en 1852,
traslado del Ayuntamiento del edificio Palacio de la Generalidad Valenciana a
su actual emplazamiento en 1859, etc.) propiciaron las primeras ideas de ensanche.3 El
primer plan de ensanche se redactó en 1858 y, aunque no
llegó a realizarse, ayudó a que se tomara conciencia de esa necesidad de
ampliación, comenzándose el derribo de las murallas medievales en 1865.3
Ya en 1864 se había
publicado la 1ª Ley de Ensanche, y en 1867 le siguió el
Reglamento. Sin embargo, los sucesos revolucionarios de 1868 hicieron
inviables los nuevos proyectos, que quedaron estancados.3 La
gestación definitiva del ensanche nace en 1876, cuando el
Ayuntamiento constituye en la Comisión de Ensanche, de acuerdo con el artículo
10 de la Ley de Ensanche de Poblaciones.4 Sin
embargo, el desarrolló fue largo y no concluyó hasta la aprobación, en 1887, del proyecto formulado
por José Calvo, Joaquín M.ª Arnau y Luis Ferreras.
Vemos la trama
de ensanche característica alrededor de la Gran Vía del Marqués del Turia. Es
decir encontramos una tipología de manzanas cuadradas (de unos 100 metros de largo),
achaflanadas en sus vértices lo que convierte las manzanas en las
características del ensanche más canónico y los cruces con gran visibilidad. Se
diferencia de la tipología de manzana de Barcelona en
su tamaño y en la adaptación que realiza la trama de ensanche entre las calles
Cirilo Amorós y Colón para adaptarse a la irregularidad de la ciudad
medieval. Ruzafa es
una preexistencia que nada tiene que ver con la trama de ensanche sino que se
adapta la trama de ensanche a su alrededor para regularizar su perímetro
Pero el
auténtico legado arquitectónico del Ensanche son los propios edificios de
viviendas, con elegantes fachadas y profusión de ornamentos, que ilustran
ampliamente las diferentes corrientes estéticas de la época. Entre los más
significativos, sugerimos el Palacio de la Condesa de Bemol –en Isabel la
Católica, 8–, obra de estilo historicista rococó del maestro de obras Vicente Alcana,
de 1906. El edificio de viviendas en Félix Pizcita, 3, y la Casa del Dragón, en
la confluencia de la calle Sorné con Jorge Juan, ambos inscritos en el
historicismo modernista de carácter medievalista
Casa Judía
La obra
pertenece al arquitecto Juan Francisco Guardiola Martínez. ‘La Casa Judía' de
Valencia llama la atención con su atípica estrella de David capitaneando la fachada.
El propietario original se llamaba Luis Salom.
Los colores
explotan (rosa, verde, amarillo y azul) con una presencia protagonizada por una
palmera que traspasa los pisos en una idea difícil de encajar en los cánones
arquitectónicos. Más allá de la época de construcción, durante los años 30 del
siglo XX, la obra obliga al viandante "a mirarla mientras anda y desanda
en semicírculo frente a ella presionando hacia atrás las cervicales, casi
mareado por el estilo jónico/hollywoodense de sus capiteles multicolores. Y eso
que hoy ya no la coronan los remates tailandeses que culminaban los pilares
centrales de la finca, similares a los de La Casa China", de Barcelona, obra del mismo arquitecto.
En general, su
estilo es indescriptible. Se podría definir como decó, con influencias
egipcias, hindúes y babilónicas.
Arquitectura
"Art Decó", historicista de lenguaje neo-egipcio, fuertemente
influida por las corrientes decorativas, que le llevan a la utilización de una
potente policromía en la fachada. A pesar de la curiosa decoración la fachada
responde al esquema tradicional del Ensanche: cuerpo basamental, cuerpo central
y cuerpo superior. Es en el cuerpo superior donde se concentra la mayor parte
de los elementos decorativos que, por el lenguaje utilizado, hace que el
edificio pueda considerarse único en
Plaza de toros
de Valencia.
Construida entre los años 1850 y
1860 en el solar de una plaza anterior que por problemas de presupuesto nunca
llegó a terminarse. El origen de la plaza de toros en esta calle se remonta a
1788 cuando se construye en este lugar una plaza de madera, que fue destruida
durante la Guerra de la Independencia. De estilo neoclásico, está inspirada en
la arquitectura civil romana, el teatro de Flavio Marcelo (Coliseo). Fue
construida por el arquitecto valenciano Sebastián Monleón Estellés. La plaza de
toros fue levantada por brigadas de presidiarios entre 1850 y 1859. Se trata de
un cuerpo poligonal de 48 lados, con más de 17 metros de altura y 52 de
diámetro del ruedo. Con estas dimensiones la hacen una de las plazas más
grandes de España. Fue inaugurada el 20 de junio de 1859 según refleja la
prensa de la época. Desde 1085, se tiene constancia de las corridas taurinas en
Valencia donde en esa época, las plazas de toros se montaban y desmontaban para
cada ocasión. Estos festejos taurinos eran un boyante negocio que pasaba de
mano en mano, ya que gozaban de mucha popularidad, hasta que finalmente el
Hospital de Valencia se interesó en el negocio. Para hacerse con los derechos
de explotación de la plaza de toros, el Hospital de Valencia solicitó a S.M.
Felipe III los derechos aludiendo que el beneficio obtenido en las corridas de
toros, se podía emplear para los más necesitados, aceptando el Rey la
propuesta, una vez terminaran los derechos otorgados que se encostraban en
vigor. Pero realmente, no fue hasta el año 1739 cuando el Rey Felipe V, otorgó
y por perpetuidad, al Hospital de Valencia, el derecho y explotación de las
corridas de toros en estas plazas desmontables.
La plaza
definitiva, tal y como la conocemos hoy, se inauguró oficialmente el 22 de
Junio de 1859. En 1908, se instala el tendido eléctrico dentro de la plaza,
para poder presentar espectáculos taurinos nocturnos.
Llegada la
Guerra Civil, la plaza de toros se convierte en prisión y campo de
concentración de prisioneros, quedando nuevamente recuperada para los eventos
taurinos el 20 de Abril de 1939. Inicialmente, la plaza de toros, no contenía
corrales, se fueron construyendo entre finales del siglo XIX y principios del
XX.
El 21 de
Septiembre de 1946, la plaza sufre un gran incendio que destruyó gran parte de la plaza, reiniciándose las
obras de reparación en Noviembre de ese mismo año, donde se reconstruyen
balaustres, asientos de la gradería, columnas, cubierta de teja y el sistema
eléctrico.
En 1929 se
inaugura el Museo Taurino, colocándolo en unos antiguos almacenes situados
entre el coso y el patio de caballos, de forma provisional, hasta que en 1970,
remodelado el pasaje del Doctor Serra, se ubica definitivamente el Museo
Taurino en este lugar.
1983. La
Dirección General de Bellas Artes, declara a la Plaza de Toros de Valencia
Monumento Histórico Artístico.
La fachada
consta de una planta baja con arcos escarzanos y 3 pisos con arcos de medio
punto. Se remata con una balaustrada en piedra. Toda su factura se basa en el
ladrillo visto, pudiendo calificarse estilísticamente de neoclásica.
Si pasamos
frente a ella podemos saber si hay o no corrida y la categoría de la misma,
simplemente mirando a su balconada superior. Si las banderas ondean en todos
sus mástiles, hay corrida de toros. Si lo hacen en mástiles alternos, de
novillos, y si lo hacen en uno de cada tres, de becerros. Si no hay banderas la
plaza está cerrada.
Es
probablemente el primer edificio de la ciudad que emplea hierro al descubierto,
en concreto en las columnas que sujetan las galerías de la grada.
Estación del norte
Los
antecedentes de la estación se remontan a 1851 cuando los ingenieros James Betty
y Domingo Cardenal construyeron cerca de la actual plaza del ayuntamiento la
primera estación del Norte. Era un edificio de aspecto clásico, con un pórtico
en cada extremo, decorado con cuatro columnas dóricas. Fue puesta en
funcionamiento el 21 de marzo de 1852 con la
expansión continua hasta Almansa y luego hasta Tarragona y las conexiones
hacía Madrid y Barcelona, Tal crecimiento volvieron las instalaciones
insuficiente lo que llevó a la Sociedad de los ferrocarriles a buscar
soluciones. Las mismas pasaban por encontrar un nuevo terreno donde poder
edificar el nuevo recinto.
Norte decidió encargar su construcción al
joven arquitecto Demetrio Ribes, arquitecto de la compañía. Las
obras se concluyeron hasta 1917 el mismo año de su inauguración. La nueva
estación tenía una superficie de más de 15 000 metros cuadrados frente a los 5
000 de la antigua y estaba cubierta con una amplia marquesina metálica de 24,5
metros de altura obra de Enrique Grasset.
De allí surgio
La Estación del Norte2 (en valenciano Estació
del Nord), también conocida históricamente como Valencia-Término, es
la principal estación de ferrocarril de la
ciudad española de Valencia.
En 2010 recibió más de 14 millones de pasajeros de los cuales más de 11
millones se correspondían con sus servicios de Cercanías
En 1941, la
nacionalización del ferrocarril supuso la desaparición de Norte y la creación de RENFE. Fue declarada
Monumento Histórico Artístico en 1961 y Bien de Interés Cultural en 1983. Desde el
31 de diciembre de 2004 su gestión pertenece a Adif.
Descripción
Vestíbulo de la estación
El edificio es
de planta rectangular con dos zonas claramente diferenciadas: el gran hangar,
de planta igualmente rectangular y cerrado con estructura de arcos articulados
de acero laminado, y el edificio de viajeros propiamente dicho, de planta en U
y pilares independientes de la estructura del hangar.
Se enmarca en
el estilo modernista, por un lado se le dará un toque,
reminiscencias del gótico perpendicular inglés junto con inicios de lo que más
tarde sería el racionalismo. En su construcción se emplearon
nuevos materiales introducidos a finales del siglo anterior, como la estructura
metálica en forma de marquesina. La
Fachada
La estación
dispone de una fachada horizontalista, con tres cuerpos de edificación
resaltados en forma de torreones. Estos cuerpos avanzan con respecto a la línea
general de edificación y se sitúan a los extremos y en el centro.
Su fachada,
con motivos vegetales, naranjas y flores de azahar, se inspira en la
agricultura valenciana e incluye, entre otras referencias a la ciudad, las
cuatro barras rojas sobre fondo oro del escudo valenciano. Destaca la
repetición constante del escudo de la ciudad como remate de las marquesinas,
así como elementos emblemáticos alusivos a la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España como
la estrella de cinco puntas y el águila, símbolo de la velocidad, que remata el
cuerpo central del edificio. La decoración es completada en el bloque central
por dos mosaicos simétricamente colocados.
Interior
La
ornamentación del interior del edificio se realizó, con cerámicas
vidriadas, trencadís y un mosaico de José Mongrell. En su vestíbulo,
una combinación de maderas, cristal y mármol fusionan calidez, transparencia y
brillo. Tiene un sinfín de elementos decorativos de cerámica, madera, metal,
vidrio y otros materiales. La cubierta principal de la nave central, que cubre
las vías, tiene forma de arco y guías que representan las vías del tren.
Asimismo, tiene una gran abertura longitudinal destinada a que antiguamente
escaparan los humos de las máquinas a vapor.
Los zócalos de
cada puerta o ventanal interior del vestíbulo están hechos de madera y en los
más altos se puede leer el lema "buen viaje" en distintos idiomas.
Sus grandes ventanales presentan una rosa en su parte superior. Otro rasgo
típico del Modernismo que se aprecia en la estación es la integración de todas
las artes en una misma edificación: arquitectura, escultura, pintura y artes
decorativos.
Servicios
La planta baja
está exclusivamente destinada el público, mientras que el entresuelo y primer
piso se destinan a oficinas. Cuenta con venta de billetes, puntos de
información, máquinas de autoventa, aseos y consignas. Dispone también de
locales comerciales que incluyen tiendas de regalos, cafeterías y restaurantes,
cajeros, quiosco de prensa, puestos de lotería y una parafarmacia. El recinto
está adaptado a las personas con minusvalía.
Plaza del ayto. Valencia
Para situar la
plaza del Ayuntamiento debidamente hemos de decir que aunque la misma adopta
una cierta forma triangular, sus cuatro fachadas las podriamos orientar de la
siguiente manera para que pueda ser facil su comprensión: la fachada Oeste
sería la que ocupa el Ayuntamiento, mientras que la fachada Este la ocuparía el
Edificio de Correos (antigua calle Sagrario de San Francisco y el Barrio de
Pescadores). Por su lado Norte se cerraría por el edificio de Generali o lo que
es lo mismo la calle San Vicente, y por el Sur nos encontrariamos con el
Edificio de Balanzá y Telefónica.
El origen de la actual plaza del Ayuntamiento, está en el amplio solar que se originó con motivo del derribo del Convento de San Francisco en 1891. No obstante y a pesar de todo ya en 1805 se había derribado sin permiso de los monjes la tapia del huerto del convento, en lo que se considera un primer intento de reforma urbana en esta parte de la ciudad. La intención de este derribo era abrir un paso entre las actuales calles de la Sangre y calle de las Barcas sin necesidad de dar un rodeo a todo el convento que prácticamente ocupaba toda la actual plaza del Ayuntamiento.
En 1239 Jaime I el Conquistador concede permiso a los franciscanos para construir un monasterio extramuros de la ciudad, justo donde hoy se encuentra nuestra plaza. En 1835 con la desamortización de Mendizabal los monjes tienen que abandonar obligatoriamente el convento, pasando sus instalaciones a convertirse en Cuartel de Caballeria. Por la situación de deterioro del convento/cuartel y por otra, por razones urbanisticas, en 1891 es derribado el convento, dejando en su lugar un gran solar que será el germen u origen de la futura Plaza del Ayuntamiento de Valencia.
En este gran espacio vacio se quiso hacer un gran parque y aunque se plantaron diversos arboles, jardines y setos, a la larga no prosperaria, y el lugar conocido como Parque de San Francisco se convertiría en un espacio donde igual se instalaba la feria de Navidad, teatros ambulantes, espectaculos circenses o vaya usted a saber.
El origen de la actual plaza del Ayuntamiento, está en el amplio solar que se originó con motivo del derribo del Convento de San Francisco en 1891. No obstante y a pesar de todo ya en 1805 se había derribado sin permiso de los monjes la tapia del huerto del convento, en lo que se considera un primer intento de reforma urbana en esta parte de la ciudad. La intención de este derribo era abrir un paso entre las actuales calles de la Sangre y calle de las Barcas sin necesidad de dar un rodeo a todo el convento que prácticamente ocupaba toda la actual plaza del Ayuntamiento.
En 1239 Jaime I el Conquistador concede permiso a los franciscanos para construir un monasterio extramuros de la ciudad, justo donde hoy se encuentra nuestra plaza. En 1835 con la desamortización de Mendizabal los monjes tienen que abandonar obligatoriamente el convento, pasando sus instalaciones a convertirse en Cuartel de Caballeria. Por la situación de deterioro del convento/cuartel y por otra, por razones urbanisticas, en 1891 es derribado el convento, dejando en su lugar un gran solar que será el germen u origen de la futura Plaza del Ayuntamiento de Valencia.
En este gran espacio vacio se quiso hacer un gran parque y aunque se plantaron diversos arboles, jardines y setos, a la larga no prosperaria, y el lugar conocido como Parque de San Francisco se convertiría en un espacio donde igual se instalaba la feria de Navidad, teatros ambulantes, espectaculos circenses o vaya usted a saber.
En 1854
el Ayuntamiento de la ciudad se había trasladado desde sus
antigua ubicación en los actuales jardines del Palacio de la Generalitat hasta el lugar donde hoy día se
encuentra y que era un establecimiento conocido como la Casa de la Enseñanza, y
que habia sido construido en el siglo XVII por el Arzobispo Mayoral para
colegio de niñas. Aunque el traslado en principio fue provisional a la larga la
permanencia en el edificio se hizo definitiva y así en 1899 se hizo con la
propiedad. En 1904 se comenzó la reforma de la antigua Casa de Enseñanza para
convertirla en Ayuntamiento con la fisonomia que hoy podemos observar.
A partir de este momento se empezó a gestar en la mente de nuestras autoridades municipales la construcción de una gran plaza y a la vez centro comercial y administrativo acorde a la importancia que la definitiva ubicación del Ayuntamiento de la ciudad requería.
Para la construcción de esta gran plaza se seguirian diversos criterios: uno de ellos fue la demolición del conocido como barrio de pescadores que se encontraba en el lugar aproximado donde hoy se localiza el edificio de Correos, y que se había convertido en un lugar de gente de mal vivir, bares, prostitución y lugar de continuos altercados, siendo una zona completamente degradada.
Otro elemento a destacar fue el traslado de la antigua Estación de ferrocarril en 1917 desde su antiguo emplazamiento en el lugar que hoy ocupa el edificio de Telefónica hasta su actual emplazamiento en la calle Játiva.
La ampliación de la gran plaza que tenía su origen en los solares dejados por el antiguo convento, se realizó por su lado norte, con el derribo de los edificios que formaban la conocida con Bajada de San Francisco (Devallada de Sant Francesc) y que en realidad era una calle que desembocaba en la conocida como Plaza de San Francisco que era como se le conocía en aquella época. El nombre de Bajada de San Francisco le venia porque la calle hacia pendiente en dirección a la plaza.
La Bajada de San Francisco era una calle que corría paralela aproximadamente entre donde hoy día se encuentra el Pasaje Ripalda en la calle San Vicente y la calle Barcelonina. Se trataba de una calle con edificios antiguos pero al mismo tiempo con muchos comercios, restaurantes, fondas y hoteles de larga tradición.
Otro espacio que se abrió para la apertura de la nueva plaza consistió en la desaparición de la conocida como plaza de los Cajeros (dels Caixers) que vendría a estar aproximadamente en el lugar que hoy ocupa el espacio comprendido entre la calle San Vicente, la Avd.de Maria Cristina y la propia plaza del Ayuntamiento. Tal vez nos sirva como punto de referencia el Pasaje Ripalda que se encontraba y se encuentra en el citado espacio.
De la unión de estos tres espacios, el Parque de San Francisco, la Bajada de San Francisco y la Plaza dels Caixers surgiria el amplio espacio que hoy ocupa la actual Plaza del Ayuntamiento y que adopta una cierta forma triangular.
Todas estas actuaciones fueron realizadas entre 1905 y 1933 por los diversos alcaldes de la ciudad, pero destacando sobre todos ellos la figura de Carlos Sousa Alvarez de Toledo, Marqués de Sotelo (Valencia 1862-1937) y que sería alcalde durante el periodo de 1927 a 1930.
El Marqués de Sotelo fue el gran impulsor de la creación de esta nueva plaza, para lo cual fomentaría la construcción de diversos edificios monumentales y creación de grandes comercios de grandes terranientes valencianos. Aunque justo es reconocer que ya desde principios del siglo XX la construcción de edificios habia comenzado, pero sería en el corto espacio entre 1927 y 1933 cuando se completaría el conjunto de edificiios que envuelve el perimetro de la actual plaza del Ayuntamiento.
Conviene decir en este punto que la actual plaza del Ayuntamiento con los edificios que forman su entorno está declarado Conjunto Histórico Artistico.
Otro punto a destacar son los diversos nombres que ha tenido la plaza, tal vez el que mas fortuna ha tenido, haya sido el original por el que siempre ha sido conocida: Plaza de San Francisco.
A partir de este momento se empezó a gestar en la mente de nuestras autoridades municipales la construcción de una gran plaza y a la vez centro comercial y administrativo acorde a la importancia que la definitiva ubicación del Ayuntamiento de la ciudad requería.
Para la construcción de esta gran plaza se seguirian diversos criterios: uno de ellos fue la demolición del conocido como barrio de pescadores que se encontraba en el lugar aproximado donde hoy se localiza el edificio de Correos, y que se había convertido en un lugar de gente de mal vivir, bares, prostitución y lugar de continuos altercados, siendo una zona completamente degradada.
Otro elemento a destacar fue el traslado de la antigua Estación de ferrocarril en 1917 desde su antiguo emplazamiento en el lugar que hoy ocupa el edificio de Telefónica hasta su actual emplazamiento en la calle Játiva.
La ampliación de la gran plaza que tenía su origen en los solares dejados por el antiguo convento, se realizó por su lado norte, con el derribo de los edificios que formaban la conocida con Bajada de San Francisco (Devallada de Sant Francesc) y que en realidad era una calle que desembocaba en la conocida como Plaza de San Francisco que era como se le conocía en aquella época. El nombre de Bajada de San Francisco le venia porque la calle hacia pendiente en dirección a la plaza.
La Bajada de San Francisco era una calle que corría paralela aproximadamente entre donde hoy día se encuentra el Pasaje Ripalda en la calle San Vicente y la calle Barcelonina. Se trataba de una calle con edificios antiguos pero al mismo tiempo con muchos comercios, restaurantes, fondas y hoteles de larga tradición.
Otro espacio que se abrió para la apertura de la nueva plaza consistió en la desaparición de la conocida como plaza de los Cajeros (dels Caixers) que vendría a estar aproximadamente en el lugar que hoy ocupa el espacio comprendido entre la calle San Vicente, la Avd.de Maria Cristina y la propia plaza del Ayuntamiento. Tal vez nos sirva como punto de referencia el Pasaje Ripalda que se encontraba y se encuentra en el citado espacio.
De la unión de estos tres espacios, el Parque de San Francisco, la Bajada de San Francisco y la Plaza dels Caixers surgiria el amplio espacio que hoy ocupa la actual Plaza del Ayuntamiento y que adopta una cierta forma triangular.
Todas estas actuaciones fueron realizadas entre 1905 y 1933 por los diversos alcaldes de la ciudad, pero destacando sobre todos ellos la figura de Carlos Sousa Alvarez de Toledo, Marqués de Sotelo (Valencia 1862-1937) y que sería alcalde durante el periodo de 1927 a 1930.
El Marqués de Sotelo fue el gran impulsor de la creación de esta nueva plaza, para lo cual fomentaría la construcción de diversos edificios monumentales y creación de grandes comercios de grandes terranientes valencianos. Aunque justo es reconocer que ya desde principios del siglo XX la construcción de edificios habia comenzado, pero sería en el corto espacio entre 1927 y 1933 cuando se completaría el conjunto de edificiios que envuelve el perimetro de la actual plaza del Ayuntamiento.
Conviene decir en este punto que la actual plaza del Ayuntamiento con los edificios que forman su entorno está declarado Conjunto Histórico Artistico.
Otro punto a destacar son los diversos nombres que ha tenido la plaza, tal vez el que mas fortuna ha tenido, haya sido el original por el que siempre ha sido conocida: Plaza de San Francisco.
En cuanto al
embellecimiento de la plaza podemos encuadrarla en tres aspectos generales: en
el entorno urbanistico de la plaza con la construcción de
grandes edificios, la instalación de diversos elementos decorativos y
funcionales como son fuentes, esculturas y un mercado de venta de flores que
con diversas caracteristicas aun perdura. Y un tercer elemento muy importante
la propia reforma interior de la plaza con el fin de darle un uso apropiado a
la envergadura del entorno y la importancia de la plaza.
Ayuntamiento de
Valencia.
El
ayuntamiento integra, en una manzana de
planta ligeramente trapezoidal, dos construcciones de época y estilo bien
diferenciados: la Casa de Enseñanza, edificada por iniciativa del arzobispo don
Andrés Mayoral, entre 1758 y 1763, y el cuerpo del edificio constituido por la
fachada principal, realizada entre 1904 y 1942.
La Real Casa
de Enseñanza giraba en torno a un patio claustral de orden toscano en estilo
neoclásico formado por tres pisos. Ocho vanos por crujía en los dos primeros
pisos y el doble de ventanas en el tercero. Sobre el corredor que rodeaba la
cornisa del claustro del primer piso, una barandilla de hierro formaba una
galería volada. Corresponde a la fachada que da a la C/ Arzobispo Mayoral.
Desentendiéndose
conscientemente del lenguaje neoclásico de la Casa de Enseñanza, en 1904 el
arquitecto municipal Carlos Carbonell presentó un proyecto de cuerpo de
edificio anejo para dotar al Ayuntamiento del espacio necesario para ubicar la
alcaldía, salas de juntas, salón de recepciones, etc., y referenciar a la sede
de la municipalidad como palacio cívico y centro arquitectónico del nuevo
centro urbano, recurriendo a un repertorio de formas ornamentales renacentistas
y barrocas y a la ostentación de símbolos enaltecedores.
La fachada
Plaza Ayuntamiento se compone de un cuerpo central coronado por la torre del
reloj y, a cada lado, en perfecta
simetría, una torre cuadrada, la fachada con ventanas y balcones y en el
extremo del mismo una torre circular con cúpula y linterna. El edificio se
compone básicamente de una planta baja y dos pisos, perfectamente delimitados
por los balcones y ventanas que asoman a la fachada.
En el cuerpo
central encontramos un gran balcón de piedra realizado en 1967 que se apoya en
cuatro columnas. En el primer piso y a la altura del balcón una puerta de
madera con arco de medio punto da acceso al balcón. En las enjutas que forma el
arco encontramos dos medio relieves en mármol que representan a la
"Administración" y a la "Justicia" obras en mármol
realizadas en 1912 por Mariano Benlliure. En el centro sobre la cornisa un
grupo de bronce con el escudo municipal sustentado por dos figuras femeninas
desnudas que representan a "Las Artes" que lleva una paleta de pintor
en su mano y a "Las Letras", esta con un libro, conjunto obra también
de Mariano Benlliure. Las torres
cuadradas que flanquean este cuerpo central, están formadas por tres cuerpos.
En el segundo cuerpo, un balcón a la altura del primer piso y una ventana con
balcón más pequeño formando arco de medio punto. Ambos balcones los flanquean
dos grandes columnas corintias con fuste estriado en cuya parte inferior
encontramos relieves de amorcillos y cartelas obra de Ricardo Tarrega. En el
tercer cuerpo que sobresale sobre la cornisa, destacan dos grandes esculturas
de mármol exentas que representan las cuatro virtudes cardinales "La
Justicia" y "La Prudencia" obra de Carmelo Vicent y "La
Fortaleza" y "La Templanza" obra de Vicente Beltrán Grimal. En el centro de estas figuras una ventana con
una columna a cada lado asoma a plaza. Corona este cuerpo una balaustrada
rematada por pináculos en los extremos y en el centro el escudo de la ciudad en
piedra sobre un frontón partido.
Rematando el
cuerpo central del edificio la torre del reloj, formado por tres pisos, en uno
de ellos un balcón rematado por un frontón clásico, le sigue el reloj y remata
un carrillón metálico colocado en 1930. Las torres cúbicas de los extremos se
coronan con cúpula de color cobrizo de reflejo metálico rematada por una
linterna.
El interior
del edificio.-
En el interior
se fueron realizando costosas obras como el vestíbulo y escalinata de mármol de
estilo neoclásico, cuyo proyecto es de 1924; el salón de fiestas, también
llamado de cristal y decorado con
pinturas de Tuset y doce relieves de desnudos de mármol, realizados por Carmelo
Vicent, Vicente Beltrán, Enrique Giner y Vicente Coret, inaugurado en 1929; el
consistorio, el salón de plenos, que cuenta sobre las puertas que permiten el
acceso a la sala y que se encuentran a los lados de la presidencia, pinturas
art decó con alegorías de Valencia, obra de Luis Dubón.
El Museo
Histórico Municipal fue inaugurado en
1935 tras una profunda transformación de la que fuera Capilla de Santa Rosa de
Lima (Iglesia de la Casa de la Enseñanza).
En sus cuatro salas se exponen obras capitales de la historia de la
ciudad y piezas especialmente emblemáticas de la historia foral. En una de sus
salas encontramos pinturas al fresco obra de Ramón Stolz Viciano quien en 1958 pintó una serie de reyes de
Valencia para esta sala, ligados al régimen foral valenciano: Jaime I el
Conquistador, Pedro I el Grande, Alfonso I el Franco, Jaime II el Justo, Pedro
II el Ceremonioso, Juan I el Cazador, Martín I el Humano y Alfonso III el
Magnánimo. Además de estos reyes dos escenas significativas de la historia
valenciana: la historia de Francesc de Vinatea y la figura ecuestre de un
justicia del siglo XV correspondiente a la Compañía de Ballesteros del Centenar
de la Ploma. El techo es un artesonado de reciente creación realizado en madera
siguiendo la tradición mudéjar, obra de José
Sanmartín; los motivos heráldicos de las entrecalles están inspiradas en
los blasones de los caballeros de la Conquista. Los mismos son obra de
Francisco Baró. A esta sala se le denomina Sala de los Fueros o "Sala del
Furs". La Sala más importantes de
este Museo Histórico Municipal es la llamada Sala Foral que corresponde casi
íntegramente con lo que fue la iglesia de la casa de Enseñanza, la llamada
Capilla de Santa Rosa de Lima. La bóveda de la iglesia que ahora forma parte de
una de las salas del Museo Histórico Municipal (Sala Foral) está formada por
una bóveda de cañón con lunetos y la bóveda vaída del presbiterio con las
pinturas al fresco de José Vergara. El testero de lo que fue la iglesia, lo
forma un simulado ventanal ovalado, lo flanquean figuras alegóricas de "la
disciplina" con libros y azotes, además de un Eros niño, y "la
Religión" (con libro y una lucerna) acompañada de una grulla, símbolo de
la vigilancia. La bóveda vaída se decora
con una pintura de Santa Rosa de Lima arrodillada a los pies de la Virgen con
un grupo de educandas del colegio. En la bóveda vemos a Dios Padre, El Espíritu
Santo y un grupo de ángeles todos rodeados por nubes en un mundo celestial, se
trata de la glorificación de Santa Rosa de Lima. En este conjunto una
balaustrada pintada al fresco bajo la cual, y en cada uno de los ángulos de la
bóveda aparecen cuatro alegorías con sus correspondientes cartelas.
En las
diversas salas encontramos como parte del Museo Histórico Municipal los
siguientes elementos:
• Plano de
Valencia (1704) del Padre Tosca
• Códice del
Llibre dels Furs, 124 páginas escritas en valenciano y que abarca desde 1329 a
1797 sobre una vitrina neogótica
• El
denominado "Penó de la Conquesta" que fue izado en la torre de Ali
Bufat de la puerta de Bab al-Sakhar, el 28 de septiembre de 1238
• La Real
Senyera de Valencia (1545)
• La llave
árabe de la ciudad, una de las que abría las puertas de la ciudad
• La espada y
el escudo del rey Jaime I
• Busto del
rey Jaime I obra de Agapito Vallmitjana Barbany
• Óleo de
Jerónimo Jacinto de Espinosa titulado Los jurados de Valencia arrodillados ante
la Purísima, obra de 1662 y que siempre estuvo situado en el Pabellón del
Consulado de la Lonja hasta su emplazamiento en este museo en el año 2006.
• Imagen en
madera policromada de San Vicente Mártir
Edificio correos
En pleno
centro de Valencia, en la plaza del Ayuntamiento, el edificio de correos, (que
realmente se llama el Palacio de Comunicaciones) es una de las obras más
emblemáticas que tiene la ciudad.
Originalmente
esta zona era el barrio de los pescadores, y se ubicó allí el edificio para
dignificar aquello, de ahí el nombre de calle de las Barcas, que es una de las
calles traseras del edificio.
El edificio por el exterior
En el remate del cuerpo central a cada lado encontramos un grupo de seres alados llevando mensajes postales y telegráficos (simbolizados en forma de rayos y cartas), uno de los grupos sobre una locomotora (tierra) y el otro grupo sobre un navío (mar). Los mensajes postales por aire de momento no se habían establecido. Las esculturas del tímpano y del ático obras del escultor Víctor Hino.
Esculpido en el arco de medio punto leemos la frase: CORREOS Y TELEGRAFOS y en dos tondos laterales. En la parte superior del arco en el centro el escudo real y más arriba un pequeño reloj.
Interior
Traspasada la
puerta nos encontramos en el vestíbulo de ingreso, de planta ovalada, rodeada
por columnas de mármol de estilo jónico que sostienen un entablamento y una
claraboya de hierro y cristal de diversos colores. Esta gran claraboya fue
realizada por los hermanos Maumegean. En el centro de esta claraboya un escudo
de la ciudad de la que sobresalen rayos. Además dispone de 370 paneles con los
escudos de las 48 provincias españolas, acompañados por rayos y cartas,
emblemas típicos de Correos y Telégrafos.
En el interior y con una distribución formada por dos pisos, se ubican todas las oficinas y dependencias de este Palacio de Comunicaciones, ha sido rehabilitado recientemente.
En el interior y con una distribución formada por dos pisos, se ubican todas las oficinas y dependencias de este Palacio de Comunicaciones, ha sido rehabilitado recientemente.
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